La cebolla es una planta herbácea bienal perteneciente a la familia de las amarilidáceas.
Se han cultivado durante siglos, no sólo para sus característico sabor picante, sino también por sus propiedades medicinales.
La mejor forma de aprovechar los beneficios de la cebolla es consumirla cruda. Así estimula el funcionamiento del hígado, el páncreas y la vesícula, a la vez que mejora la actividad digestiva Las cebollas pueden variar en tamaño, forma, color y sabor. Los tipos más comunes son la cebolla morada, amarilla y blanca. Los sabores pueden variar de dulce y jugosa, con un sabor suave a fuerte y picante, a menudo dependiendo de la temporada en que se producen y se consumen.
Los posibles beneficios para la salud de consumir cebollas incluyen reducir el riesgo de varios tipos de cáncer, la mejora del estado de ánimo y el mantenimiento de la salud de la piel y el cabello.
La cebolla es un alimento bajo en calorías y rico en nutrientes beneficiosos como vitaminas, minerales y antioxidantes. Una taza de cebolla picada contiene aproximadamente 64 calorías, 15 gramos de carbohidratos, 0 gramos de grasa, 0 gramos de colesterol, 3 gramos de fibra, 7 gramos de azúcar, 2 gramos de proteína y 10% o más de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, vitamina B-6 y manganeso. Las cebollas también contienen pequeñas cantidades de calcio, hierro, ácido fólico, magnesio, fósforo y potasio, quercetina (un antioxidante) y azufre.
Posibles beneficios para la salud
Cáncer: La cebolla y su grupo de vegetales se han estudiado amplia mente en relación con el cáncer, especialmente el de estómago y los cánceres color rectales. Sus efectos beneficiosos y preventivos son probablemente debidos en parte a sus compuestos orgánicos ricos en azufre. Aunque el mecanismo exacto por el que estos compuestos inhiben el cáncer es desconocido, posibles hipótesis incluyen la inhibición del crecimiento tumoral, la mutagénesis y la prevención de la formación de radicales libres.
Las cebollas son también una fuente de la vitamina C, antioxidante que ayuda a combatir la formación de radicales libres que pueden producir cáncer.
El cáncer de colon: la ingesta de alto contenido de fibra de las frutas y verduras se asocian con un menor riesgo de cáncer colorrectal.
El cáncer de próstata: Según estudios clínicos parece que la cebolla podría reducir el riesgo de padecer este cáncer.
Cáncer de esófago y de estómago: La ingesta frecuente de verduras allium ha sido inversamente relacionada con el riesgo de cáncer de esófago y el de estómago
El sueño y estado de ánimo: El folato, que se encuentra en las cebollas, puede ayudar a la prevención de un exceso de homocisteína en el cuerpo. El exceso de homocisteína interfiere con la producción de las hormonas serotonina, dopamina y norepinefrina, que regulan no sólo el estado de ánimo sino también el sueño y el apetito.
Es necesaria la ingesta adecuada de vitamina C para la producción y mantenimiento del colágeno, que proporciona la estructura a la piel y al cabello. La cebolla es una fuente rica en vitamina C.
Reducción del ácido úrico: esto reduce la posibilidad de sufrir ataques de gota y cálculos renales
La cebolla sobre todo la roja ayuda a prevenir la osteoporosis, gracias a su alto contenido del flavonoide quercetina, antioxidante de la familia del polifenol, cuya actividad es superior a la de las isoflavonas.