La fisiología animal estudia cómo funcionan los animales vivos. Tanto el guepardo corriendo tras una gacela, como la serpiente de cascabel al atacar a una rata del desierto coordinan sus características anatómicas especializadas y procesos fisiológicos para capturar a sus presas y, a su vez, eludir depredadores y prolongar la vida. Adentrándonos en este campo de la fisiología animal, en estas líneas estudiaremos uno de los sistemas del organismo que lo provee de nutrientes. Hablamos del aparato digestivo de los animales, tanto de los vertebrados, como de los invertebrado.
Aparato digestivo de los invertebrados
Aunque la fisiología de la digestión es similar desde un punto de vista bioquímico, existe una considerable variación en los mecanismos de captura y digestión como resultado de los límites impuestos a los organismos por sus respectivos modelos de organización.
La digestión, en este caso, es un proceso de degradación del alimento por hidrólisis en unidades asimilables para la nutrición celular. Cuando este proceso tiene lugar fuera del organismo se denomina digestión extracorpórea; si se produce en algún tipo de cavidad digestiva, recibe el nombre de digestión extracelular. Cuando ocurre en el interior de las células, se llama digestión intracelular.
Esta función celular se realiza por procesos de fagocitosis (comida celular) y pinocitosis (bebida celular). Ambos procesos componen la endocitosis.
La arquitectura corporal de los invertebrados influye y limita mucho sus estrategias digestivas. Pueden alimentarse de varias formas, sin embargo sólo los animales más complejos tienen reservada la digestión extracelular, efectuada por verdaderos sistemas digestivos.
De este modo, pueden tener un tubo digestivo ciego o incluso un tubo digestivo plano que se extiende a lo largo de todo el organismo, hasta estructuras digestivas que más se asimilan a los vertebrados y que vemos en el siguiente apartado. En este aspecto también hay que atender a la forma de alimentarse del animal invertebrado en cuestión (sugerimos ver artículo “Nutrición heterótrofa y alimentación en los animales”)
Aparato digestivo de los vertebrados
El proceso de alimentación en los animales es parte de la nutrición de los mismos. Esto es, le permite adquirir nutrientes para su supervivencia, para ello intervienen un conjunto de órganos a los cuales se le denomina, sistema digestivo. El sistema digestivo puede ser distinto de unos animales a otros (ejemplo: los rumiantes), pero para el caso de los humanos, presenta muchas similitudes por nuestro parentesco genético con otros mamíferos.
El proceso inicial, la ingestión
En los animales vertebrados el proceso de ingestión se lleva a cabo típicamente por la boca. Muchos vertebrados, incluyendo la mayoría de los mamíferos tienen dientes, que son estructuras complejas que permiten romper y triturar el alimento. Las aves carecen de dientes, tienen buches que contienen partículas de de arena y grava que cumplen las mismas funciones que los dientes. Los dientes pueden presentar varios patrones, dependiendo de si es un carnívoro, un roedor, etc.
La lengua, que es también una adquisición de los vertebrados, se utiliza en gran medida para mover y manipular el alimento. La lengua viscosa de los sapos y ranas sirve para la propia captura de insectos.
Cuando se mastica el alimento, éste es humedecido por la saliva, que es una secreción acuosa producida por las glándulas salivales. La saliva lubrica el alimento para que este pueda ser tragado con facilidad.
La deglución
Desde la boca, la comida es impulsada hacia el esófago. El esófago es un tubo muscular. La deglución es el pasaje de la comida (una vez triturada y salivada) por la faringe hacia el esófago y, a través del esófago, al estómago. El caso más típico se observa en la alimentación humana.
El estómago, almacenamiento y licuación
El estómago es una bolsa muscular flexible que, a menos que se encuentre totalmente distendida, forma pliegues. Los estómagos varían ampliamente en su capacidad. No se puede comparar el estomago de una hiena que contiene una capacidad de 1/3 su propio peso, que el de otro mamífero que se alimenta de semillas e insectos.
La función del estómago es licuar los alimentos para transformarlos en nutrientes. Para ello produce una serie de secreciones llamadas jugos gástricos que alteran su pH.
Normalmente el estómago se encuentra bajo la influencia del sistema nervioso autónomo (simpático y parasimpático) y del sistema endocrino. La visualización y el olor del alimento, así como su presencia en la boca, resultan los principales estímulos para que el sistema parasimpático promueva una importante secreción de agua y comience a funcionar las secreciones de todo el aparato digestivo.
El intestino delgado, digestión y absorción
En el intestino delgado se completa la digestión que comenzó en la boca y el estómago. Las moléculas nutrientes resultantes pasan luego, por absorción, desde el tipo digestivo al sistema circulatorio del cuerpo. El sistema circulatorio es el encargado de su transporte a todas las células del organismo.
A lo largo del intestino, se encuentran una serie de adaptaciones que incrementan eficazmente la superficie de contacto con el alimento: pliegues circulares, vellosidades, microvellosidades, etc.
Todas estas adaptaciones son las encargadas de la absorción de nutrientes. Además de las secreciones del hígado y el páncreas, que también participan en la digestión.
El agua y las moléculas de alimento liberadas por los procesos digestivos son absorbidas a través de las células epiteliales de la mucosa intestinal.
El intestino grueso, absorción ulterior y eliminación
La absorción de agua, sodio y otros minerales es un proceso que ocurre primariamente en el intestino delgado. En el curso de la digestión de grandes cantidades de agua.
El intestino grueso, por contra, aloja una considerable población de bacterias simbióticas. Estos microorganismos degradan las sustancias alimenticias que escaparon a la digestión y absorción y las usan como materia prima para sintetizar aminoácidos y vitaminas.
Finalmente todo aquello que no fue digerido ni absorbido se elimina del cuerpo como materia fecal. La mayor parte de la materia fecal está compuesta de bacterias (principalmente células muertas) y agua.
Diferencias de los humanos con otros animales
Aunque, como hemos mencionado, el sistema digestivo y los procesos de alimentación son parecidos entre los vertebrados y más concretamente entre mamíferos. Nuestro sistema digestivo presenta algunas diferencias:
- Los humanos necesitamos vitamina C, pocos seres vivos la necesitan.
- Los rumiantes poseen una gran flora intestinal que producen vitaminas del grupo B.
- Los rumiantes pueden aprovechar sustancias que los humanos y otros animales no pueden utilizar.
- Puede darse el caso que sustancias inocuas para los humanos, sean tóxicas para los animales y viceversa.
1 comentario en MODELOS DE APARATOS DIGESTIVOS DE LOS ANIMALES INVERTEBRADOS Y LOS ANIMALES VERTEBRADOS
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